Estamos en el año de la misericordia proclamado por el papá vivamos nuestra fe hacia la misericordia de Dios.
En este Año de la Misericordia
queremos recorrer las estaciones del viacrucis, pues a través de ellas podemos
palpar el amor misericordioso de Dios y también aprender a ser nosotros
misericordiosos.
En efecto, el don de la misericordia
divina nos vino de manera especial por Cristo muerto y resucitado. En palabras
del papa Francisco: «Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre.
Jesús de Nazaret con su palabra, con sus gestos y con toda su persona revela la
misericordia de Dios» (MV 1). Jesús, con su pasión y muerte, nos dice que «la
misericordia siempre será más grande que cualquier pecado y nadie podrá poner
un límite al amor de Dios que perdona» (MV 3).
Que el
meditar los pasos del viacrucis de Cristo nos ayude a vivir mejor los objetivos
de este Año y todos podamos hacer nuestra la afirmación de san Pablo: «me amó y
se entregó por mí» (Gál 2, 20).
PRIMERA
ESTACIÓN: “Jesús es condenado a muerte”
TE ADORAMOS CRISTO Y TE BENDECIMOS…
Del Evangelio de san
Lucas: «Pilato entonces sentenció que se realizara lo que pedían: soltó al que
le reclamaban (al que había metido en la cárcel por revuelta y homicidio), y a
Jesús se lo entregó a su voluntad» (Lc 23, 25).
Oración: Señor, has sido condenado a muerte
porque el miedo al «qué dirán» ha sofocado la voz de la conciencia. Cuántas
veces hemos preferido también nosotros el éxito, a la verdad. Míranos como lo
hiciste con Pedro después de la negación. Que tu mirada penetre en nuestras
almas y nos indique el camino en nuestra vida. Danos también a nosotros de
nuevo la gracia de la conversión.
INTENCIÓN: DAR DE
COMER AL HAMBRIENTO: Por todas las personas que carecen de lo necesario para
vivir, incluso que padecen hambre física.
Padre nuestro….
SEGUNDA
ESTACIÓN: “Jesús con la cruz a cuestas”
TE ADORAMOS CRISTO Y TE BENDECIMOS….
De la Primera carta de San Pedro: «Él
llevó nuestros pecados en su cuerpo hasta el leño, para que, muertos al pecado,
vivamos para la justicia. Con sus heridas fuisteis curados. Pues andabais
errantes como ovejas, pero ahora os habéis convertido al pastor y guardián de
vuestras almas». (1 P 2, 24-25)
Oración: Señor, te
has dejado ultrajar. Ayúdanos a no unirnos a los que se burlan de quienes
sufren o son débiles. Danos fuerza para aceptar la cruz, sin rechazarla.
Anímanos a recorrer el camino del amor y, aceptando sus exigencias, alcanzar la
verdadera alegría.
INTENCIÓN: DAR DE BEBER AL SEDIENTO: Por todos
los que no tienen agua potable para llevar una vida digna.
Padre nuestro…
TERCERA ESTACIÓN: “Jesús cae bajo el peso de la cruz”
TE ADORAMOS CRISTO Y TE BENDECIMOS…
Del Profeta Isaías:
«Él soportó nuestros sufrimientos y aguantó nuestros dolores; nosotros lo
estimamos leproso, herido de Dios y humillado; pero él fue traspasado por
nuestras rebeliones... Nuestro castigo saludable cayó sobre él». (Is 53,4-5)
Oración: Señor Jesús,
el peso de la cruz te ha hecho caer. El peso de nuestro pecado, el peso de
nuestra soberbia, te derriba. Pero tu caída no es signo de un destino adverso,
no es la pura y simple debilidad de quien es despreciado. Has querido venir a
socorrernos porque a causa de nuestra soberbia yacemos en tierra... Ayúdanos a
renunciar a nuestra soberbia destructiva y, aprendiendo de tu humildad, a
levantarnos de nuevo.
INTENCIÓN: VESTIR AL
DESNUDO: Por los que se sienten desprotegidos, y viven con la desnudez de
afecto y de protección. Por los que no tienen acceso a una vivienda.
Padre nuestro…
QUINTA ESTACIÓN: “El
Cirineo ayuda a Jesús a llevar la cruz”
TE
ADORAMOS CRISTO Y TE BENDECIMOS…
Del Evangelio de san
Marcos: «A uno que pasaba, de vuelta del campo, a Simón de Cirene, el padre de
Alejandro y de Rufo, lo forzaron a llevar la cruz». (Mc 15, 21)
Oración: Señor, a
Simón de Cirene le has abierto los ojos y el corazón, dándole, al compartir la
cruz, la gracia de la fe. Ayúdanos a socorrer a nuestro prójimo que sufre,
aunque esto contraste con nuestros proyectos y nuestras simpatías.
INTENCIÓN: ASISTIR A
LOS ENFERMOS: Por los enfermos de todas las enfermedades: las de siempre, las
irreversibles e incurables, y las nuevas que produce esta sociedad. Y por las
personas que les ayudan y acompañan.
Padre
nuestro….
SEXTA ESTACIÓN: “La Verónica enjuga el rostro de Jesús”
TE
ADORAMOS CRISTO Y TE BENDECIMOS…
Del libro de los
Salmos: «Oigo en mi corazón: “Buscad mi rostro”. Tu rostro buscaré, Señor, no
me escondas tu rostro. No rechaces con ira a tu siervo, que tú eres mi auxilio;
no me deseches, no me abandones, Dios de mi salvación». (Sal 26, 8-9)
Oración: Danos,
Señor, la inquietud del corazón que busca tu rostro. Protégenos de la oscuridad
del corazón que ve solamente la superficie de las cosas. Danos la sencillez y
la pureza que nos permiten ver tu presencia en el mundo.
INTENCIÓN: VISITAR A
LOS PRESOS: Por los presidiarios, para que puedan rehacer sus vidas e
incorporarse a la sociedad. Y por sus familiares.
Padre
nuestro….
SÉPTIMA
ESTACIÓN: “Jesús cae por segunda vez”
TE ADORAMOS CRISTO Y TE BENDECIMOS…
Del libro de los
Salmos: «Me rodeaban cerrando el cerco... Me rodeaban como avispas, ardiendo
como el fuego en las zarzas, en el nombre del Señor los rechacé. Empujaban y
empujaban para derribarme, pero el Señor me ayudó». (Sal 117, 11.12-13.18)
Oración: Señor
Jesucristo, has llevado nuestro peso y continúas llevándolo. Es nuestra carga
la que te hace caer. Pero levántanos tú, porque solos no podemos
reincorporarnos... En lugar de un corazón de piedra danos de nuevo un corazón
de carne, un corazón capaz de ver... No permitas que el muro del materialismo
llegue a ser insuperable. Haz que te reconozcamos de nuevo.
INTENCIÓN: ENTERRAR A
LOS MUERTOS: Por todos los difuntos. Y de forma especial por los cofrades que
nos enseñaron a creer en Cristo y a esperar en Él.
Padre nuestro…
TE ADORAMOS CRISTO Y
TE BENDECIMOS…
Del Evangelio de san Lucas: «Hijas de
Jerusalén, no lloréis por mí, llorad por vosotras y por vuestros hijos». (Lc
23, 28)
Oración: Señor... Nos
muestras la gravedad de nuestra responsabilidad, el peligro de encontrarnos
culpables y estériles en el Juicio Final. Haz que caminemos junto a ti; no
permitas que, al final, nos quedemos como el leño seco, sino que lleguemos a
ser sarmientos vivos en ti, la vid verdadera, y que produzcamos frutos para la
vida eterna (cf. Jn 15, 1-10).
INTENCIÓN: DAR
CONSEJO AL QUE LO NECESITA: Por aquellas personas que no encuentran unas
palabras de aliento ni de consuelo. Por las que viven entre la duda.
Padre
nuestro…
NOVENA
ESTACIÓN: “Jesús cae por tercera vez”
TE ADORAMOS CRISTO Y
TE BENDECIMOS…
De la Carta de san Pablo a los Romanos:
«¿Quién podrá apartarnos del amor de Cristo?; ¿la aflicción?, ¿la angustia?,
¿la persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿el peligro?, ¿la espada? ...
Pero en todo esto vencemos de sobra gracias a aquel que nos ha amado». (Rm 8,
35.37)
Oración: Señor,
frecuentemente tu Iglesia nos parece una barca a punto de hundirse, que hace
aguas por todas partes. Y también en tu campo vemos más cizaña que trigo. Ten
piedad de tu Iglesia: también en ella Adán, el hombre, cae una y otra vez. Al
caer, quedamos en tierra y Satanás se alegra, porque espera que ya nunca
podremos levantarnos. Tú te has reincorporado, has resucitado y puedes
levantarnos. Salva y santifica a tu Iglesia. Sálvanos y santifícanos a
todos.
INTENCIÓN: ENSEÑAR AL
QUE NO SABE: Por los niños que no tienen acceso al colegio ni a una enseñanza
digna. Y por los jóvenes que se sienten manipulados ideológicamente.
Padre nuestro….
DÉCIMA ESTACIÓN: “Jesús es despojado de sus vestiduras”
TE ADORAMOS CRISTO Y TE BENDECIMOS…
Del Evangelio de san
Juan: «Los soldados, cuando crucificaron a Jesús, cogieron su ropa, haciendo
cuatro partes, una para cada soldado, y apartaron la túnica. Era una túnica sin
costura, tejida toda de una pieza de arriba abajo. Y se dijeron: “No la
rasguemos, sino echémosla a suerte, a ver a quién le toca”. Así se cumplió la
Escritura: “Se repartieron mis ropas y echaron a suerte mi túnica”. Esto
hicieron los soldados». (Jn 19, 23-24)
Oración: Señor Jesús,
has sido despojado de tus vestiduras, expuesto a la deshonra, expulsado de la
sociedad. Te has cargado de la deshonra de Adán, sanándolo. Es así como das
significado a lo que aparece privado de significado. Es así como nos haces
reconocer que tu Padre te tiene en sus manos, a ti, a nosotros y al mundo.
Danos el traje de la luz de tu gracia.
INTENCIÓN: CORREGIR
AL QUE YERRA: Por los que son víctimas de los cambios profundos y radicales
producidos por nuestra sociedad. Por los que son víctimas de las familias inestables
y les resulta difícil aprender a amar.
Padre
nuestro…
UNDÉCIMA
ESTACIÓN: “Jesús es clavado en la cruz”
TE ADORAMOS CRISTO Y TE BENDECIMOS…
Del Evangelio de san
Marcos: «Lo crucificaron y se repartieron sus ropas, echándolas a suerte, para
ver lo que se llevaba cada uno. Era media mañana cuando lo crucificaron. En el
letrero de la acusación estaba escrito: “El rey de los judíos”. Crucificaron con
él a dos bandidos, uno a su derecha y otro a su izquierda. Así se cumplió la
Escritura que dice: “Lo consideraron como un malhechor”». (Mc 15, 24-28)
Oración: Señor
Jesucristo, te has dejado clavar en la cruz... Te has dejado clavar, has
sufrido sin evasivas ni compromisos. Ayúdanos a no desertar ante lo que debemos
hacer. A unirnos estrechamente a ti. A desenmascarar la falsa libertad que nos
quiere alejar de ti.
INTENCIÓN: CONSOLAR
AL TRISTE: Por los que recorren la vida entre lágrimas, amarguras y
soledades.
Padre
nuestro…
DUODÉCIMA
ESTACIÓN: “Jesús muere en la cruz”
TE ADORAMOS CRISTO Y
TE BENDECIMOS…
Del Evangelio de san
Juan: «Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba cumplido, para que se
cumpliera la Escritura dijo: “Tengo sed”. Había allí un jarro lleno de vinagre.
Y, sujetando una esponja empapada en vinagre a una caña de hisopo, se la
acercaron a la boca. Jesús, cuando tomó el vinagre, dijo: “Está cumplido”. E,
inclinando la cabeza, entregó el espíritu». (Jn 19, 28-30)
Oración: Señor
Jesucristo, constantemente estás siendo clavado en la cruz. En este momento
histórico vivimos en la oscuridad de Dios. Por el gran sufrimiento, y por la
maldad de los hombres, el rostro de Dios, tu rostro, aparece difuminado,
irreconocible. Pero en la cruz te has hecho reconocer... En esta hora de
oscuridad y turbación, ayúdanos a reconocer tu rostro. A creer en ti y a
seguirte en el momento de la necesidad y de las tinieblas. Muéstrate de nuevo
al mundo en esta hora.
INTENCIÓN: PERDONAR
LAS OFENSAS: Por los que no saben perdonar, y les corroe el odio en su
interior.
Padre
nuestro…
DECIMOTERCERA
ESTACIÓN: “Jesús es bajado de la cruz”
TE ADORAMOS CRISTO Y TE BENDECIMOS…
Del Evangelio de san
Mateo: «Al anochecer llegó un hombre rico de Arimatea, llamado José, que era
también discípulo de Jesús. Este acudió a Pilato a pedirle el cuerpo de Jesús.
Y Pilato mandó que se lo entregaran». (Mt 27, 57-58).
Oración: Señor, has
bajado hasta la oscuridad de la muerte... Haz que en la hora de la oscuridad
reconozcamos que tú estás presente. No nos dejes solos cuando nos aceche el
desánimo. Y ayúdanos a no dejarte solo. Danos una fidelidad que resista en el
extravío y un amor que te acoja en el momento de tu necesidad más extrema, como
tu Madre, que te arropa de nuevo en su seno.
INTENCIÓN: SOPORTAR
CON PACIENCIA A LAS PERSONAS MOLESTAS: Por aquellas personas que nos caen mal,
por las que nos molestan, y por los que su trato no nos resulta fácil.
Padre
nuestro…
DECIMOCUARTA
ESTACIÓN: “Jesús es puesto en el sepulcro”
TE ADORAMOS CRISTO Y
TE BENDECIMOS…
Del Evangelio de san
Juan: «Había un huerto en el sitio donde lo crucificaron, y en el huerto un
sepulcro nuevo donde nadie había sido enterrado todavía... Allí pusieron a
Jesús». (Jn 19, 41-42)
Oración: Señor
Jesucristo, al ser puesto en el sepulcro has hecho tuya la muerte del grano de
trigo, te has hecho el grano de trigo que muere y produce fruto con el paso del
tiempo hasta la eternidad. Desde el sepulcro iluminas para siempre la promesa
del grano de trigo del que procede el pan de vida en el cual te ofreces a ti
mismo. Ayúdanos a amar cada vez más tu misterio eucarístico y a venerarlo, a
vivir verdaderamente de ti, Pan del cielo.
INTENCIÓN: ROGAR A
DIOS POR LOS VIVOS Y LOS DIFUNTOS: Por todos aquellos a los que pudiéramos
ayudar con estas plegarias, ya sean vivos como difuntos.
Padre
nuestro…
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