"SÍGUEME" LEMA DE LA JORNADA DE INFANCIA
MISIONERA 2017
Sígueme Al contemplar el rostro y sentir la ternura de la mirada de Jesús, los
niños escuchan con atención la invitación a ser el mejor de sus amigos. Se
trata de que los pequeños oigan esta invitación y respondan con prontitud.
Sígueme Es la tercera etapa del recorrido misionero propuesto para los años 2015-2018. Tras descubrir la Buena Noticia de que todos somos hijos de Dios, con el lema “Yo soy uno de ellos” (2015), se inició a los niños en la necesidad de agradecer todo lo que están recibiendo, con la expresión “Gracias” (2016). En este tercer tramo, Jesús llama a seguirle, a asumir un estilo de vida conforme a su ejemplo. Infancia Misionera se convierte así en una escuela de aprendizaje para los niños.
Sígueme Es la tercera etapa del recorrido misionero propuesto para los años 2015-2018. Tras descubrir la Buena Noticia de que todos somos hijos de Dios, con el lema “Yo soy uno de ellos” (2015), se inició a los niños en la necesidad de agradecer todo lo que están recibiendo, con la expresión “Gracias” (2016). En este tercer tramo, Jesús llama a seguirle, a asumir un estilo de vida conforme a su ejemplo. Infancia Misionera se convierte así en una escuela de aprendizaje para los niños.
Cartel Infancia Misionera 2017
Una escalera con los peldaños que marcan las letras de la palabra“Sígueme”. La subida es
laboriosa, como se refleja en el rostro de los niños que están escalando. Para
llegar a la meta hay que esforzarse y ascender poco a poco. Aunque ese esfuerzo
es individual, el recorrido se hace en compañía de los demás niños del mundo.
Los niños que suben representan a los chicos y chicas de Infancia Misionera, un servicio de la Iglesia que les ayuda a descubrir que ellos pueden ser
también misioneros. Con la mochila de sus vidas al hombro dibujan la bella
imagen de quienes se han puesto en camino siguiendo a Jesús.
ORACIÓN INFANCIA MISIONERA 2017
AMBIENTACIÓN
Hoy, estamos reunidos ante Jesús y unidos también a todos los niños
del mundo, para celebrar la Jornada de Infancia Misionera. En ella, Jesús nos
invita a ir tras Él, diciéndonos: “Sígueme”.
Para ser misioneros, tanto los niños como los adultos debemos tener
siempre los ojos y los oídos bien abiertos, estar siempre alerta ante la
realidad que nos rodea y ayudar a las personas que diariamente, en nuestra vida
cotidiana, nos necesitan. Para esta tarea, nada fácil, tenemos el mejor
compañero de camino, que va con nosotros y nos coge de la mano; que nunca nos
deja caer y que, si lo hacemos, siempre está ahí para levantarnos. Lo tenemos
a Él, a Jesús.
Hoy es una muy buena ocasión para que cada uno de nosotros miremos hacia
dentro, hacia nuestro corazón, y pensemos en cómo podemos mejorar para ser
como Él: buenos compañeros de viaje con los que nos rodean.
LECTURA DEL EVANGELIO
Lectura: Mateo, 13, 31-33
Y Jesús les dijo: El Reino de los cielos se parece al grano de
mostaza que un día un hombre sembró en su campo. Este grano es muy pequeño,
pero cuando crece, es la más grande de las plantas del huerto y llega a hacerse
arbusto, de modo que las aves del cielo se posan sobre sus ramas. Y añadió: El
Reino de los cielos es semejante a la levadura que toma una mujer y la mezcla
con tres medidas de harina, hasta que todo fermenta.
PALABRA DE
DIOS.
REFLEXIÓN
Muy a menudo, este Reino que Jesús describe en las parábolas se
compara a algo muy pequeño que llegará a ser muy grande: la semilla de mostaza,
el grano de trigo, la pizca de levadura... Jesús mismo quiso vivir la
experiencia de la infancia, pasando treinta años en la sencillez y sin salir a
la luz como el Hijo de Dios. Su ejemplo ha sido secundado por la Iglesia.
Los frutos no se hacen esperar, No hay
unos, ricos, que dan y otros, pobres, que reciben. Todos, los de aquí y los de
allá, dan de lo que tienen. Y, en muchos casos, más de lo que tienen, porque
implican a los mayores en este ejercicio de solidaridad y donación. También
reciben, y mucho. Porque el niño de Infancia Misionera recibe ante todo la
oportunidad de salir de sí mismo e iniciar el recorrido de la fe, con sus educadores,
catequistas y padres.
Ellos tienen la oportunidad de descubrir cómo resuena la voz de
Jesús, que nos dice al oído: “Sígueme”.
En este día de la Infancia Misionera los pequeños presentamos a
Jesús, no sólo las huchas para los niños que más lo necesitan, sino también le
presentamos a través de nuestra oración, el deseo de que reciben la mirada de
complicidad de Jesús, que nos anima a seguir subiendo por la escala del “Sígueme”, como muestra el cartel de la
Jornada.
PETICIONES
- Te pedimos Señor por todos aquellos misioneros del mundo que con su
labor dan testimonio de tu Palabra y Amor.
- Te pedimos Señor por los niños que hay en el mundo con dificultades y
necesidades para que los protejas y cuides de ellos.
- Te pedimos Señor porque siempre compartamos la fe en ti nuestros
bienes con los demás.
- Te pedimos Señor porque el valor de la solidaridad esté presente en
nuestra familia y a lo largo de nuestra vida.
ORACIÓN
Querido Jesús:
Como a tus amigos Pedro,
Santiago, Mateo…
Tú nos has dicho a cada uno
“Sígueme”.
Y nos hemos puesto en
marcha.
Queremos
seguirte
Aprendiendo a amar como Tú
amas,
Siendo agradecidos, alegres
y generosos.
Queremos
seguirte
Conociéndote mejor,
escuchando tu Palabra,
Hablando de Ti a nuestros
amigos.
Queremos
seguirte
Rezando por todos los niños
del mundo,
Ayudándolos y dejándonos
ayudar por ellos.
Le pedimos a la Virgen,
Reina de las Misiones,
Que nos acompañe en el
camino. Amén.
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